domingo, agosto 27, 2006| Reclamos
Era algo tan confuso para mí, primero mi abuela, luego su marido, ese caballero tan frío y cegado por el dinero, ese señor que por consanguinidad y ley merecía ser llamado abuelo, el cual ya cumple algo más de un mes de fallecido y ahora… ¿mi papá?
Los casi 5 doctores que lo atendían (entre ellos algunos practicantes y otros ya titulados) en la sala de pacientes agudos, nos miraban con esa típica mirada de no hay nada más que hacer, o cuando la nostalgia me desesperaba y llamaba para saber de él a la sala que irónicamente es llamada “SPA”, las enfermeras me decían que su estado era estable o bien, estable dentro de su gravedad. Sólo eso.
Y para que entiendan cómo somos las personas, cuando se nos entrega una respuesta objetiva ansiamos obtener una subjetiva y esto, se debe a que nuestras emociones se apoderan de nuestro ser y pasamos a seres emocionales… en fin, todos pensaban lo peor. Yo no pude hacerlo, no me cabía en la cabeza que Patricio Hurtado, mi papá, mi viejito no diera más, en sus ojos se reflejaba el dolor que le producía su corazón, pero de igual forma cuando me veía llegar una sonrisa iluminaba su rostro color mate y luego de asearlo se sentía aún más feliz, le hablaba de noticias, de qué pasaba en Chile, cómo se encontraba Fidel Castro, de la Michelle entre muchas otras cosas que le son de interés. Su corazón sigue cansado pero mejorando de a poco, mi tesis es que finalmente saldrá vencedor y esta patología cardiaca no lo dejará postrado, sé que es fuerte, sé que por lo menos estará con nosotros algunos años más y eso me hace apreciar diversas cosas, la vida, su vida, mi familia, el apoyo de mis amigos, de los conocidos, el sufrimiento de otras personas tampoco se puede dejar de lado, debemos ser empáticos con aquellos que han perdido ya que nosotros por el momento hemos ganado…
Pequeñas reflexiones que me hacen ver el mundo de otra forma, quizás de esa forma pseudo existencialista que me encanta.
También prefiero en ciertas ocasiones los finales felices, hay casos y casos, ejemplos hay muchos así como el arancel diferenciado.
Etiquetas: Escritos
4:04 p. m.
Hola. Primera vez en este blog.
Sobre lo que dices. Es una bendición encontrarse con personas buenas. Pero las personas buenas no son aquellas que hacen lo correcto, sino aquellas empeñadas en superar sus propios límites. Son personas concientes de sus propios límites, pero que saben que siempre hay algo más grande que las propias limitaciones.
No se qué más decir. Para mi también fue un año difícil. Diveras cosas. Espero que todo el dolor, la confusión y demás tengan un sentido. Un poco como refiere Dostoievski: Deseo que un día el león pueda dormir junto al cordero, que el asesinado se levante y abrace a su asesino y que yo esté presente, porque sería demasiado injusto que no lo estuviera.
Un saludo, un abrazo, desde Ciudad de México.
Te pondré en mis links.
Saludos de nuevo.
Sergio. top